La enseñanza de la Palabra de Dios es una labor que nos tomamos muy en serio. Creemos firmemente que la Biblia es la única autoridad y fuente de verdad, por lo que el equipo de enseñanza se esmera en diseñar planes de estudio que guíen a la congregación a una exégesis responsable y meticulosa de su Palabra. Así es como han surgido distintas series de predicación (tanto en los sermones dominicales como en los ministerios) que han unido a la iglesia en la lectura y estudio de porciones bíblicas específicas, a través de un equilibrio entre predicaciones expositivas y temáticas.